La reducción de los humedales, la baja capacidad de control ambiental a las industrias y la explotación minera serían otro de los efectos de esta problemática.

Aunque las autoridades meteorológicas no se atreven a pronosticar tiempos precisos, lo que sí está medido es que en los últimos 10 años la temperatura en la ciudad aumentó en 0,2 grados centígrados y que cada año la tendencia es a subir 0,02 grados centígrados, según el director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Ricardo José Lozano Picón.

El tema fue planteado ayer, en el marco de un foro sobre los efectos del calentamiento global en la capital del país, organizado por la Personería de Bogotá.

Hay una tendencia hacia el aumento de temperatura y eso hace que se reduzcan las heladas, dijo Lozano quien, sin embargo, precisó que estas no dependen exclusivamente de la temperatura.

Aunque hoy la ciudad está afectada por el fenómeno del Niño, la depredación de los ecosistemas tiene un alto grado de participación en el cambio del clima en la ciudad.

El deterioro progresivo del medio ambiente, dice la Personería, está relacionado con el daño que se ha causado a los humedales y por la explotación minera que hay en la ciudad, entre otros fenómenos.

Así lo puso en evidencia la Personería, al advertir que pasamos de tener 50 mil hectáreas de humedales en el siglo XX a 650 hectáreas actualmente. De 13 humedales que le quedan a la ciudad, nueve están en situación crítica.

El informe, revelado por el personero delegado de Medio Ambiente, Marcelino Sánchez, también advierte que en la ciudad hay 10.280 industrias, pero la autoridad ambiental (Secretaría Distrital de Ambiente) sólo está en capacidad de controlar a 283.

Y como si eso no bastara, la explotación minera es el otro gran problema. En Bogotá se explotan 170 canteras, de las cuales 116 están en el casco urbano. Sólo 28 cuentan con un título minero, es decir, se explotan con autorización.

Con este panorama, lo cierto es, según el director del Ideam, que es un hecho que los habitantes de la ciudad y la Administración se tienen que preparar para ambientarse al nuevo clima.

Con reportería de Andrés Marín, de Citynoticias.