Direito e Mudanças Climáticas nos Países Amazônicos
O Projeto Direito e Mudanças Climáticas nos Países Amazônicos, coordenado pelo Instituto O Direito por um Planeta Verde tem como meta fomentar o desenvolvimento de instrumentos regulatórios relacionados às mudanças climáticas nos países: Bolívia, Brasil, Colômbia, Equador, Peru e Venezuela, integrantes do Tratado de Cooperação Amazônica. LEIA MAIS
19/11/2009
¿Es posible un acuerdo global sin consensos nacionales? / Análisis
Cuando se revisa el texto del célebre Protocolo de Kioto (1997) llama la atención que entre los países firmantes aparece E.U.
Aun cuando a diario se repite lo contrario, el gobierno gringo sí suscribió ese acuerdo, mediante el cual se adoptaron compromisos más firmes y detallados que los alcanzados en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1992).
¿Por qué, entonces, los mayores contaminadores del mundo no respetan lo pactado en Japón? Simple: porque el Congreso estadounidense nunca aprobó el Protocolo.
La discusión sobre la lucha contra el cambio climático suele centrarse en los gobiernos. Al fin y al cabo, son los que llevan la vocería de las naciones a cumbres como la que terminó ayer en Barcelona (ver artículo arriba).
Pero muchos olvidan que los convenios internacionales que no cuentan con el aval de los parlamentos se convierten en letra muerta.
El caso de E.U. es emblemático. Mientras las conversaciones en la capital catalana transcurrían a la deriva, ante la ausencia de una propuesta concreta de la administración Obama para reducir las emisiones de CO2, la Comisión de Medioambiente del Senado comenzó a discutir en Washington el proyecto de ley sobre cambio climático con las siete curules republicanas vacías.
A pesar del boicot, la iniciativa fue aprobada el jueves por 10 votos contra 1, todos demócratas. Cabe anotar que estamos hablando de una propuesta para que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan 20 por ciento de aquí al 2020, respecto de los niveles del 2005.
Esto implica un recorte de 7 por ciento frente a 1990 -año usado como referencia para el Protocolo de Kioto-, o sea menos de la tercera parte de lo que la ONU considera el mínimo necesario para el mundo desarrollado (el Secretario General ha pedido una disminución de entre 25 y 40 por ciento), "a la luz de la ciencia".
Si los senadores republicanos (supuestamente) más interesados en el tema ambiental no se apuntan a una meta tan conservadora, ¿Qué se puede esperar de E.U. en la Conferencia de Copenhague del mes próximo?
¿Cómo pedirle a la comunidad internacional que llegue a consensos cuando estos ni siquiera se han dado dentro de los países?
Fonte: El Tiempo/ Bernardo Bejarano G.