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Direito e Mudanças Climáticas nos Países Amazônicos

O Projeto Direito e Mudanças Climáticas nos Países Amazônicos, coordenado pelo Instituto O Direito por um Planeta Verde tem como meta fomentar o desenvolvimento de instrumentos regulatórios relacionados às mudanças climáticas nos países: Bolívia, Brasil, Colômbia, Equador, Peru e Venezuela, integrantes do Tratado de Cooperação Amazônica. LEIA MAIS

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27/11/2009

'Páramos no merecen un futuro negro', dice coordinador de Greenpeace para América Latina


Gonzalo Strano, coordinador de voluntarios de Greenpeace para América Latina, durante la jornada que se realizó en la Plaza de Bolívar, de Bogotá. La organización reúne a más de 50 mil seguidores en el país.

Greenpeace estuvo en Colombia para pedirle al Gobierno que proteja estas fábricas de agua del cambio climático.
Según la organización, el 70% de estos ecosistemas desaparecería si la temperatura del planeta sube más de dos grados.

Ya sabemos de lo que son capaces los voluntarios de Greenpeace, la más famosa organización ecologista y pacifista del mundo, a la hora de detener una agresión contra el medio ambiente.

Los hemos visto persiguiendo un barco japonés en plena Antártica para que no asesine más ballenas, o colgados de una grúa para evitar que siga talando árboles en un bosque de Indonesia, e incluso escalando el obelisco, símbolo de Buenos Aires (Argentina), para instalar una pancarta en su cima que alerte sobre la deforestación.

Pero esta semana, el argentino Gonzalo Strano, coordinador de voluntarios de Greenpeace para América Latina, movilizó a medio centenar de sus hombres en la plaza de Bolívar de Bogotá, para llamar la atención sobre la necesidad de que Colombia defienda sus páramos. No solo de la minería que los está consumiendo, sino principalmente del cambio climático. No taparon el busto de Bolívar con una pancarta, ni subieron al techo del Capitolio, ni se disfrazaron de osos de anteojos.

"Esta vez pusimos una pancarta de 15 metros sobre el suelo, algo sencillo, que se llama 'demostración'. Cuando llamar la atención implica algún riesgo, le decimos 'acción'. Pero la gente de la Plaza entendió el mensaje, tanto que algunos transeúntes me preguntaron por qué nos habíamos demorado tanto en llegar al país".

¿Colombia merece una 'acción' más atrevida?
Si el presidente Uribe dice que no va a la cumbre de Copenhague (Dinamarca), tal vez sí.

¿Por qué debería ir?
La cumbre, que comenzará en 10 días, es la más importante de la historia para detener el cambio climático, un fenómeno que no exime a ningún país. Por eso, allí no pueden estar únicamente delegados, deben estar los líderes que toman las decisiones. Además, la idea es que el presidente Uribe exija compromisos definitivos de reducción de emisiones y pida recursos para proteger los ecosistemas. Y si eso se logra, los páramos colombianos estarían salvados, por lo menos de las agresiones del calentamiento.

Ustedes han pedido que Uribe y otros presidentes asistan a la cumbre con una petición en bloque, que represente a América Latina, para que la región sea escuchada con más fuerza...

Aunque hay tiempo de que esto se diseñe, no lo veo posible. Para la muestra: Uribe ni siquiera fue a Manaos (Brasil) a la cumbre amazónica en donde se iba a redactar la petición que se llevará para proteger la selva más importante del mundo. Por ahora, desde el punto de vista político, sólo me alegra que el presidente Obama haya dicho que sí va a Dinamarca. Ojalá no sea sólo para tomarse la foto.

¿Y cuál sería el acuerdo que Greenpeace celebraría luego de la cumbre?
Que se fijen reducciones ambiciosas de emisiones en los países desarrollados de al menos un 40 por ciento para el 2020 (con base en lo que se emitía en 1990) con el fin de que éstas desciendan tan rápido que sean nulas en el 2050; que se firmen acuerdos para que no haya deforestación en 10 años y se ponga en marcha un fondo de 140 mil millones de dólares al año, financiado por las potencias, para que los países pobres se adapten a los cambios climáticos.

¿Cuál es el análisis que hace Greenpeace del impacto que tendría en los páramos un aumento de dos grados en la temperatura, que es lo proyectado?
Que Colombia perdería el 70 por ciento de estas zonas que regulan los ciclos de agua y por las cuales la gente puede abastecerse en verano e invierno. Si el país tuviera que salvar un solo ecosistema para garantizar la vida de sus habitantes, tendría que escoger los páramos, por encima de cualquier otro lugar sensible al calentamiento. Estos no merecen el futuro negro al que están condenados.

Hay pesimismo sobre los acuerdos que se puedan lograr en Copenhague. ¿Qué podríamos hacer localmente por estas zonas clave, mientras hay consenso?
Liberarlos de la ganadería, la minería y la agricultura. Y que todos los páramos ( 1'613.000 hectáreas) se incluyan en zonas de reserva. Hoy, menos del 20 por ciento de ellos están cubiertos por el sistema de Parques Nacionales.


Fonte: JAVIER SILVA HERRERA/ El Tiempo


Foto: Felipe Caicedo/ El Tiempo

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