Siempre se supo que no sería fácil llegar a una solución integral para enfrentar el cambio climático. Estamos intentando lo que ninguna generación ha hecho: revertir de manera permanente el aumento de emisiones de los gases de efecto invernadero.

Esto no es solo importante para nuestro futuro. Es importante ahora. Ya estamos viendo los efectos en todos los continentes. A más emisiones más eventos climáticos extremos. Las inundaciones en el Cusco por ejemplo, están relacionadas al retroceso glaciar. Expertos peruanos vienen diciendo que el desborde de los ríos en el Cusco no se debe solo a las lluvias, sino también al derretimiento glaciar.

Por eso era importante la conferencia sobre cambio climático que organizó la ONU en Copenhague en diciembre.

Es verdad que no se llegó al acuerdo vinculante que nosotros y otros países, incluido el Perú, buscábamos. Aun así, Copenhague representa un paso decisivo hacia adelante. Hubo un avance significativo en los temas de reducción de emisiones, verificación y financiamiento.

Como parte del Acuerdo, por primera vez países desarrollados y en desarrollo, se embarcaron en un acuerdo que aborde el problema de las emisiones. Como parte de este acuerdo, las promesas de los países vienen registrándose públicamente. Al 31 de enero, más de 65 países incluyendo el Perú ya lo han hecho. Estos países representan el 78% de las emisiones mundiales actuales. El Acuerdo apoya la advertencia de los científicos de que debemos evitar que el calentamiento global exceda 2 ˚C.

También hubo acuerdo para adoptar un proceso internacional de medición, reporte y verificación de emisiones. En cada país, el avance contra los compromisos adoptados será objeto de un análisis independiente.

Los avances en el financiamiento que se vieron reflejados en el Acuerdo comenzarán a ayudar a las poblaciones de los países en desarrollo. Desde el inicio del 2010 y en los próximos tres años, el Acuerdo proveerá hasta US$30 billones para la asistencia de "inicio rápido". El Acuerdo también ha previsto planes cuyos flujos financieros ascienden a US$100 billones anuales y ha establecido un grupo de trabajo para identificar fuentes de financiamiento sostenibles.

Tenemos que ampliar el Acuerdo mediante el aumento del número de países alineados a este. Tenemos que profundizarlo en la medida que aseguremos nuestra ambición de reducir al máximo los niveles de carbono que se han propuesto. Tenemos que lograr lo que la gran mayoría desea: reiniciar el camino hacia un tratado legalmente vinculante.

Pero los acuerdos internacionales no son suficientes. Depende de la acción que tome cada uno de los Gobiernos.

En el Reino Unido, no nos desviaremos de nuestro plan fijado para el 2020 de reducir en 34% las emisiones que generábamos en 1990. Las proyecciones actuales muestran que estamos en el camino correcto y que podemos ir más lejos aún.

Lo hacemos no solo porque sea lo correcto para el medio ambiente, sino que también es lo correcto para nuestra economía y seguridad energética.

Si bien la cumbre de Copenhague no representó la solución integral que la mayoría esperaba, no debemos permitir que la frustración de esas dos semanas ensombrezca el histórico cambio que ha ocurrido el año pasado.

La tendencia de ir reduciendo el carbono es irreversible.

El trabajo para acordar una solución ya ha empezado y proseguirá este año hasta llegar a su cometido final.


Fuente: Ed Miliband - Ministro británico de Energía y Cambio Climático
Gestión - El diario de economía y negocios del Perú