Las tinguas azules "migran a Bogotá para crecer, mejorar sus condiciones corporales y reproducirse"

Las autoridades ambientales de la capital colombiana han recogido en la zona urbana de la ciudad 590 tinguas azules durante la actual temporada migratoria de esta especie de ave procedente de los llanos del centro del país, informaron hoy fuentes de la entidad local que recibe y rehabilita a estos ejemplares.

De ese número, 482 animales fueron liberados en los humedales de la ciudad tras sólo tres días de cuarentena, dijo a Efe la bióloga Judith Cárdenas, del Centro de Recepción de Flora y Fauna Silvestre de la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá (SDA).

Los otros ejemplares murieron por efecto del estrés o las heridas que sufrieron al caer a tierra o estrellarse contra edificaciones cuando buscaban un humedal, agregó la experta, quien informó los resultados de la temporada migratoria en coincidencia con el inicio de regreso de esta especie a su hogar en los arrozales de los Llanos Orientales del país.

La "Porphyrula martinica", nombre científico de la tingua azul, emprende a mediados de noviembre de cada año una migración con destino a los humedales de la capital colombiana, donde permanece tres meses, cuando inicia el camino de vuelta a casa.

La especie está distribuida por América, desde el este de Estados Unidos y hasta el norte de Argentina y Chile, y es muy llamativa por su plumaje azul, verde y aguamarina, y su pico de color rojo, rematado de amarillo.

Las tinguas azules "migran a Bogotá para crecer, mejorar sus condiciones corporales y reproducirse", explicó la bióloga para advertir que sobre este fenómeno comienza a influir el cambio climático, que se suma al obstáculo que supone desde hace mucho la urbanización de Bogotá.

En la zona urbana de la capital colombiana quedan 13 humedales con un área conjunta de 700 hectáreas, que representan el 1 por ciento de las 500.000 hectáreas de los mismos cuerpos de agua con los que contaba este territorio a comienzos del siglo XX.

La actual temporada migratoria se hizo evidente a partir de la Navidad de 2009 y tuvo su auge durante el pasado enero, cuando en el Centro de Recepción ingresaron 525 aves, según resaltó la SDA, que indicó que la mayoría de los rescates partieron de llamadas de ciudadanos que reportaron los casos.

Como siempre, se trató de ejemplares que desfallecieron sobre edificios, casas y calles, o colisionaron con edificaciones.

De los ejemplares de enero 427 fueron liberados, mientras que los otros murieron víctimas del estrés o las fracturas de alas o patas.

La bióloga Cárdenas explicó que el número de tinguas azules entregadas o reportadas por la comunidad ha aumentado por efecto de una campaña educativa puesta en marcha por la SDA, que advierte de que esta ave habita en ambientes cálidos y no sobrevive en cautiverio.

"Este animal tiene la característica de que en cautiverio no consume ningún alimento y, a lo sumo, recibe agua con azúcar", explicó la experta, para apuntar que es por ello que sólo puede ser mantenida tres días en cuarentena.

En esta condición, la tingua azul recibe arroz en agua, añadió la bióloga, y admitió que, a pesar de que no está en vía de extinción, si es considerada especie de "conservación especial".

La bióloga precisó que hoy, en coincidencia con el fin de la migración hacia Bogotá, la policía ambiental recogió catorce ejemplares, contra una media diaria de treinta durante el trasiego pleno.

"Difícilmente podemos saber el número de tinguas azules que llegan a los humedales de Bogotá. Es incalculable", apuntó la bióloga Judith Cárdenas, quien observó que el próximo 15 de marzo no deberá quedar ningún ejemplar migratorio en la ciudad.

Fuente: El Espectador/ EFE | CANALCLIMA.com