En días recientes concluyó en Bonn, Alemania, una jornada más de negociaciones sobre las iniciativas contra el cambio climático. Aunque desde inicios de las tratativas las perspectivas no fueron alentadoras, poco a poco la voluntad de los delegados de los diversos países del mundo empezó a mostrarse con mayor fuerza.

Esta voluntad, por el motivo que fuere, permitió que en la cita de Bonn, se pudieran alcanzar avances, entre los que destacan la reducción de gases de invernadero por deforestación. Asimismo, se pudo percibir un avance en el tema de transferencia de tecnología hacia los países menos desarrollados, así como en el candente tema de financiamiento de medidas de adaptación y mitigación contra el cambio climático.

Se esperaba recaudar US$ 30,000 millones hasta el 2012, pero hasta ahora se tendría casi asegurado US$ 10,000 millones para este año. Pero esta tampoco estaría exenta de debate. Por un lado, los países en desarrollo esperan que estos fondos sean distribuidos por programas de Naciones Unidas, mientras que los países ricos pretenden que sean repartidos por organismos como el Banco Mundial.

En los días que se prolongaron las negociaciones, primaron la cautela sobre los resultados a lograrse en dichas negociaciones, y aunque se registraron los avances mencionados, no se pudo alcanzar un gran acuerdo marco, como algunos optimistas esperaban.

De por sí, desde el inicio de las negociaciones primó también la perspectiva de que debería imponerse el realismo ante los objetivos ambiciosos que algunos planteaban. La reunión en Bonn incluso puede reflejar que en Cancún será también complicado lograr un gran acuerdo, y muchos ven a las reuniones en Sudáfrica en el 2011 como el punto al que hay que apuntar.

Pero en tanto, habrá que ver los avances que se han de lograr en las próximas negociaciones sobre el tema, a la vez que se evalúan las oportunidades de inversión o de negocios que develan los planes contra el cambio climático. Larga y complicada, como toda negociación multilateral, apuntan a ser estas tratativas. Pero lo importante es que poco a poco se toma mayor conciencia del problema, aunque la voluntad política en algunos países aún es un escollo por superar.


Fuente: Gestión